Parques de Estudio y Reflexión Punta de Vacas

Oficio del Fuego

Charla de "La Piedra" (continuación)

Cuando encuentras esos pedazos de minerales los metes en un crisol y le das temperatura y esa mezcla que trae, es como el magma volcánico, más o menos se va limpiando y tiene gran cantidad de impurezas, de cuarzo, de aluminio, todo mezclado y entonces todo eso está fundido y tú lo revuelves, lo miras y si eres inteligente e imaginativo, piensas cosas. Después empiezas a separar los pedazos de cuarzo, las gredas raras que se han fundido, vas sacando ese 40% que puede tener de hierro, depende de la ley, la siderita en las zonas montañosas de nuestro alrededores tiene una ley del 40 y hasta el 50%, imagínate entonces en 100 Kg tienes 50 Kg de hierro. Eso sí, tiene mucha gracia el poder trabajarlo e irlo separando. Vas separándolo y ahora responde al imán. Ese hierro que has obtenido todavía le falta trabajo y limpiarlo más, pero ya empieza a responder al imán. Es un hierro lindo, puedes hacer cosas, trabajitos y lo empiezas a purificar. La siderita la puedes reconocer con ácido clorhídrico que empieza a hacer una burbujitas, tiene un cierto color negro amarronado. Se trata de pedazos de rocas que después tienes que molerlos bien para meterlos en un crisol.

Bueno, pasamos nuevamente al asunto de los crisoles, hay que hacer dos tipos de crisoles. Unos livianos para poca temperatura y otros más pesados para mucha temperatura. Estos son los de grafito. El asunto es cómo vas a trabajar el grafito en polvo, malla 200, no otras mallas. Necesitas un aglutinante para el grafito, si no no se aglutina. Necesitas eso para hacer un molde y lo dejas secar y hay todo un procedimiento.

En un apunte que anda por ahí verán cómo se fabrica el crisol de grafito. Le haces un molde de acero inoxidable, lo dejas secar y quedó la forma típica. Esa preparación es en frío y lo puedes hacer hasta con el torno. Le vas ampliando el orificio y lo vas moldeando sin preocuparte por lo que dicen los sabios respecto a las presiones enormes que tendrías que imprimir para que el crisol resulte. Eso dicen ellos porque son los únicos que tienen las máquinas de enorme presión. Con el torno y un poco de permanencia te salen muy bien. Te aconsejará la experiencia cuando pienses si el crisol al rojo cereza debe ser sumergido en agua para aguantar el choque térmico. Claro que tienen que estar bien secos, como si fuera cerámica. De temperatura ambiente lo llevas a 400 grados y de ahí la bajas. Estamos en 0 y de nuevo lo subes a 600 grados. Lo bajas y lo dejas enfriar. A eso se le llama el "curado del crisol". Lo están curando, como si fuera una pipa. Después llegas a los 800 grados y le das una cierta constante a la temperatura durante unas 5 a 6 horas y de ahí lo subes a 1000 grados. Ahí ya lo tienes bien preparadito a 1000 grados. Entonces, le das unas manos por dentro y por fuera de algunas sustancias, por ejemplo de silicato de sodio en gel, por afuera y por dentro y lo metes de nuevo al horno a 1200 grados. Entonces, se vidria por el lado de afuera y de adentro, queda vidriado, queda brillante y eso muestra la protección del crisol. Inmediatamente, le metes el bronce y otras cosas y con el tiempo verás que las paredes del crisol se van adelgazando hasta que muy al final tienes que prescindir de él. Los crisoles bien hechos son muy nobles pero sus paredes terminan tan adelgazadas que un pequeño golpe ya las triza. Así es que cada colada se va llevando un pedazo. Cuando llegaste a 800 grados le haces una meseta y de ahí lo llevas a los 1000 grados. De ahí lo bajas y lo empiezas a trabajar con las manos de silicagel, que se vidrie bien por fuera y por dentro, que quede brillante. Este es el crisol de grafito que nos interesa para trabajar el bronce, para el hierro, para fraguas, para hornos, para lo que quieras. El crisol de carburo de silicio es apto para el vidrio porque no lo ensucia como el grafito. Siempre que haces una colada conviene vaciar el crisol completamente. Cuando estás trabajando con el bronce, el crisol tiene que ser sólo para bronce, cuando trabajas para hierro solo para hierro, pero si empiezas con las mescolanzas entonces se producen aleaciones y no sabes qué sucedió. Porque siempre en un crisol quedan residuos. Y si vas a hacer vidrio, sólo para vidrio. Hay que tener una buena cantidad de crisoles, grandes, chicos, generosos. No victorianos sino generosos. Trabajen con solvencia. Entonces ya pueden ejercitar el tema de los hornos, claro, éstos están en relación directa al tema de los crisoles y el tema de los materiales en caliente, que son las cerámicas, que son los vidrios y que son los metales. Y ahí vas a encontrar un lío con los moldes, ya para cada tipo de cosa un molde distinto. Todo un desorden en los moldes para vidrio y los moldes para metal. Llegas a la conclusión que siempre todo sale mal. Es muy interesante. Por ejemplo, los viejos que andan en las fundiciones ya tienen un porcentaje previsto de moldes que necesitan cuando quieren producir una pieza. Usan cinco moldes iguales y hacen la colada de los 5 moldes de los cuales 3 les salen bien y dos mal. Siempre en las coladas se trabaja con 5 moldes sabiendo que tres van a salir bien y dos mal. Ese es un buen porcentaje, claro. Si de los 5 te salen los 5 malos, es un mal porcentaje.


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