Parques de Estudio y Reflexión Punta de Vacas

Oficio del Fuego

Charla de "La Piedra" (continuación)

También se utilizan moldes de madera que se moja, muy húmeda, muy dura, que lo abren, agarran el burbujón y lo aprietan. Sale humo y cuánta cosa. De madera, la meten en el agua y así mojado, húmedo, aprietan el burbujón. Sale vapor. Lo aprietas y le das forma. Después tienes que cuidar cómo va bajando la T. Y para el soplado tienes que tener un vidrio que corra, como dicen ellos, que "corra". Tienes que hacerte la cerbatana, un tubo, soplar bien, entonces lo metes en el crisol y tomas una burbuja medio gordita y aprovechando la gravedad la vas girando y se va formando una burbuja bien redonda. Vas soplando y se va hinchando y formando la bola. Después tomas unas pinzas, tiras de un lado y de otro y vas formando. Cuidado con mezclar vidrios con diferentes puntos de fusión porque no ligan bien el conjunto. Siempre tiene que ser el mismo tipo de vidrio. Entonces, cuentan con unos previos choricitos verdes, unos amarillos, unos rojos que ya están preparados, arman el burbujón, lo calientan y lo pegan. Tiene que tener el mismo punto de fusión y ser el mismo vidrio. Es el mismo vidrio con distintos tipos de coloración. Es un principio que hay que respetar. A lo mejor de casualidad puedes llegar a unir dos tipos distintos de vidrios, pero eso no es el principio. Esto ha sido un secreto muy bien guardado en el trabajo del vidrio... Ya hacia 1780 se produjo el último juicio secreto para suprimir a los que habían trasgredido el secreto industrial, eran especies de espías atómicos que se escaparon de Murano a Austria; se llevaron los secretos. Se reunió el Dogo con su Consejo veneciano y a los dos prófugos les hicieron un juicio secreto en ausencia y los condenaron a muerte. Los sujetos ya estaban en Austria pero la larga mano del Dogo los alcanzó allí con sus sicarios y una de esas noches aquéllos fueron ejecutados con limpios estiletes. A los dos días los habían liquidado. Se volvieron. Cobraron sus doblones y todo bien. El secreto quedó bien guardado.

Respecto al tema del color del vidrio hay todo un folklore, un conjunto de leyendas. Por ejemplo, el rojo sangre es uno de los preferidos de esos cuentos. El azul no, con oxido de cobalto y chao. En cambio, con el rojo sangre hay que saber los secretos del ficio para producirlo. Con ciertas tierras de color, tienes que poner primero unas y luego otras. Si las pones al revés te va a dar otro color. Hay un orden. No sólo las proporciones, si no sigues el orden te sale rosado o amarillo. Son como seis o siete variables, la llave de la fórmula es el orden. La diferencia entre el vidrio y el cristal es que es mucho más fino, más sonoro. La sonoridad del cristal es típica. La sonoridad del cristal no es lo mismo que la sonoridad del vidrio botella. Una copita de champagne bien trabajadita, es una cosa. Algunas con más líquido, otras con menos líquido, puedes hacer toda la escala, do, re mi. Tenemos todos estos temas en nuestros archivos y están a disposición. Y las tinciones, muchas de las tinciones están a disposición. El rojo sangre si que no está a disposición. Entonces el vidrio primitivo, el vidrio primero es interesante de hacer. Después, la fórmula de Murano (que dieron a nuestros amigos italianos los maestros de Murano), tiene la gracia de que produce un vidrio translúcido. En base a un translúcido puedes hacer un coloreado y no con un vidrio que sale ya coloreado puedes hacer otro coloreado; hay que partir del translúcido y al translúcido le vas dando distintas coloraciones. Así que con la fórmula de Murano obtienes un vidrio translúcido, primera condición interesante, que te permite de ahí virar a otra cosa. Es una condición de importancia. Si tú trabajas el vidrio translúcido puedes ver desde un extremo a otro. Es un vidrio sin burbujas y que "corre" bien en el soplado. Sabemos que las burbujas van a la superficie y tienes que llevarlas por cierta temperatura. Así como en los metales echas vidrio para que las escorias y las impurezas se adhieran, sacas las escorias que restan del bronce, te llevas todo, en el caso del vidrio hace unas centurias se usaba la papa. Tomas papa, la tiras y te quedas sin burbujas. Esa papa se calcina, en ese vidrio se quema totalmente, pero aglutina las burbujas, y se las lleva. Puedes estar años tratando de sacar las burbujas probando otros sistemas, pero con un fenómeno tan simple como el de la papa produces un caso interesante. Hay ahora unas sustancias químicas que reemplazan al almidón, a la papa. Pero se necesita cierta temperatura para que las burbujas vayan a la superficie y cuando están en la superficie que la papa se haga cargo, pero tienes que llevarlas arriba, todo entreverado ahí, la papa va a llevarse una parte y el resto va a quedar. Hay que llevar más arriba que la temperatura de fusión. Entonces llegas a la temperatura de fusión y sigues dándole temperatura para que el burbujeo vaya a la superficie. Metes la papa que carboniza y hace esa recogida que sacas con la cucharita, las burbujas y otras cosas. Entonces cuando las burbujas van a la superficie necesitas algo que haga de aglutinante como hace el vidrio en el caso del bronce. Los "residuos" que estás tomando son las burbujas, son las escorias del vidrio.


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