Otro trabajo interesante es la realización de camisas de caucho para piezas grandes. El procedimiento es el siguiente: se pinta a pincel la superficie de la figura con el caucho, al que se ha dejado secar a temperatura ambiente durante varias horas para que espese y no gotee. Cubrir bien la figura, dando varias capas en sucesivos momentos si es necesario para que esté bien cubierta o si ha quedado una capa demasiado fina por algunas partes. El grosor recomendable aproximado de la camisa debe ser de 3 mm como mínimo.
De caucho se han hecho moldes para muchos objetos y producidos, por ejemplo, el árbol de los estados internos, el símbolo de escuela, esferas, pirámides, y otras figuras geométricas, un escarabajo egipcio, la Venus de Willendorf, un guerrero de Siam, etc.
Se fabrica con un 70% de cera de abeja, un 13% de parafina y un 17% de resina de pino, también llamada colofonia, calentando esas sustancias a fuego hasta su disolución. Permite reproducir cualquier objeto del que se haya hecho un molde previamente. Su aplicación principal es para hacer copias de objetos de los que se ha hecho el molde de caucho o silicona. Se rellenan esos moldes de silicona y luego se extrae la cera ya seca y endurecida para hacer un nuevo molde con escayola, llamado de cera perdida como los usados para fundición.